EL CONOCIMIENTO
Las ideas filosóficas
y la preocupación por el conosceres de Platón
a Popper. En nuestra vida cotidiana permanentemente incorporamos objetos y
experiencias que forman parte del conocimiento. Al respecto, desde tiempos muy
antiguos, la filosofía ha tratado de explicar o de dar respuestas al
conocimiento humano a partir de la Gnoseología, ciencia que estudia al
conocimiento como un problema filosófico. Los pensadores pertenecientes a las
más diversas corrientes filosóficas han intentado dar explicaciones a la
problemática del conocimiento. Los filósofos escépticos, por ejemplo,
consideran que no existe ningún saber firme y seguro. Por otra parte, los
filósofos empiristas sostienen que todos los conocimientos, aún los más
abstractos, proceden y se fundamentan en base a la experiencia; mientras que
los racionalistas afirman que existen conocimientos a priori, o sea,
independientes de la experiencia, como son, por ejemplo, los conocimientos
matemáticos. A su vez, para los realistas, a la realidad la conocemos tal como
es, mientras que para los idealistas, a la realidad no la conocemos tal como
es, sino según su aparición "ideal" en la conciencia de cada uno de
los sujetos como en el caso de los conocimientos provistos por la matemática-o
Platón (filósofo griego del siglo V a.c.) afirmó que para que exista
conocimiento deben cumplirse tres requisitos absolutamente interdependientes:
1-Creencia: quien
formula la afirmación debe creer en ella.
2-Verdad: el
conocimiento expresado debe ser absolutamente verdadero y, por ende, esta
verdad debe ser probada.
3-Prueba: Dentro de
esta concepción se desestima la opinión, es decir: aunque existan los criterios
de creencia y verdad, si no hay prueba aunque haya opinión no hay conocimiento.
Para Platón era
imposible construir un saber sobre lo que nos rodea porque la realidad cambia
todo el tiempo. También el hombre lo hace, y esa transformación permanente hace
que sea imposible establecer conocimiento sobre él. Es por ello que este
filósofo resuelve el problema, no desde el mundo real, sino desde el mundo de
las ideas. El mundo ideal es, para Platón, un mundo perfecto, inmutable,
verdadero; en cambio, el mundo que nos rodea, el real, no es más que una copia
de éste, y la matemática y la filosofía; es decir, las disciplinas que se
ocupan de entidades ideales y no físicas son las ciencias que logran el
verdadero conocimiento.
A su vez, Aristóteles (siglo V a. C.), discípulo
de Platón, cuestionó la existencia de los dos mundos platónicos. Para él había
un solo mundo, el que nos rodea, es decir, el mundo real platónico. Al igual
que su maestro, creía que el conocimiento podía darse siempre y cuando el
objeto de estudio no cambiara. Es por ello que, según Aristóteles, a pesar de
los cambios de la realidad, hay algo que permanece inalterable: la esencia (o
forma). Por ejemplo, la esencia de un libro es inalterable, es un instrumento
que sirve para leer pero éste puede ser pequeño, grande, con muchas hojas, con
tapa dura, de cuero, etc. Estas características son accidentales y no modifican
su esencia, no hacen del libro otra cosa. Por lo tanto y, refutando la idea de
su maestro, Aristóteles no necesitaba de la idea de otro mundo para postular lo
permanente, los entes concretos individuales del mundo real eran reales y
científicamente cognoscibles; entonces el conocimiento deriva de la experiencia,
ya sea en forma directa o indirecta, por medio de la deducción, con ayuda de la
lógica, a partir de datos de aquello que ya sabemos.
Para el pensamiento
griego de ese entonces, el ser humano podía "conocer" porque estaba
dotado de una facultad única que lo diferenciaba del resto de los animales: la
razón. El pensamiento aristotélico se abocó a descubrir cómo operaba esta
"razón", y propuso una serie de reglas que permitían diferenciar un razonamiento
correcto de uno erróneo. Este filósofo elaboró tratados de lógica, conocidos
como Organon, que desarrollan el primer tratamiento sistemático de las leyes de
pensamiento en relación con la adquisición de conocimiento. Representan el
primer intento de establecer a la Lógica como ciencia. Durante esta etapa la
Iglesia ejerció un monopolio del conocimiento: los monasterios concentraban las
bibliotecas y los sacerdotes eran, prácticamente, las únicas personas que
sabían leer y escribir. De esta manera, las interpretaciones de los Padres de
la Iglesia (patrística) a partir de los textos sagrados -los bíblicos-, eran
consideradas las únicas fuentes del saber (ya que eran la única autoridad reconocida).
Esto significaba que no se permitía ningún cuestionamiento que pusiera en duda
a autoridades en materia del conocimiento como la Biblia o los Padres de la
Iglesia. Por eso decimos que, durante esta etapa, el conocimiento era
dogmático. Un dogma es una proposición que se asienta por firme y cierta y como
principio innegable de una ciencia. La mirada hacia la vida, el mundo y el
conocimiento era "teocéntrica", todo giraba y se explicaba a partir
de Dios; y por eso, muchas explicaciones carecían de fundamento: se interpretaban
simplemente a la luz de esta posición.
Por ejemplo, durante
toda la Edad Media se creyó que la mujer era inferior al hombre y que contaba
en su cuerpo con una costilla menos. La explicación estaba fundamentada en el
primer libro del Antiguo Testamento, el Génesis, en donde se relata la creación
divina de todo el universo, Antropocéntrica: significa que el hombre se
convierte en el centro de las maneras de comprender el mundo y las cosas. Se
dejan de lado las explicaciones centradas en la teología. Es así como, a partir
del ejercicio del monopolio del saber por parte de la Iglesia y de la interpretación
que ésta hacía de las escrituras divinas, se consolidó una mirada hacia el mundo
y el conocimiento basada exclusivamente en la creencia y la fe cristianas y no
en la ciencia racional que en la actualidad nos ayuda a tomar decisiones
basadas en el pensamiento científico.
La modernidad se
inicia con la gran expansión territorial propia del siglo xv. Puntualmente, el
descubrimiento de América en 1492 da origen -para los historiadores- a una
nueva etapa que se caracteriza por un cambio radical en el modo de entender el
mundo cada vez más amplio y el saber. Ya el Renacimiento había planteado desde
el arte, en todas sus manifestaciones, la concepción antropocéntrica, según la
cual ahora es el hombre el hacedor de las explicaciones y no la religión la que
taxativamente las provee. Copérnico, con su teoría heliocéntrica, o Galileo Galilei quien aplicó el
razonamiento matemático al estudio de la física- produjeron una ruptura con la
mirada te céntrica y sentaron las bases de la ciencia experimental.
En el siglo XVII,
Galileo añadió a los métodos antiguos de inducción y deducción, la verificación
sistemática a través de experimentos planificados, en los que empleó instrumentos
científicos de invención reciente como el telescopio, el microscopio o el termómetro.
Como vemos, con el paso del tiempo y el trabajo de muchos pensadores y
científicos, se fue produciendo una paulatina e ininterrumpida secularización;
es decir, una separación entre las explicaciones que daba la religión y otras
actividades como la política o la búsqueda de nuevos conocimientos. De esta
manera se reduce la influencia de la Iglesia sobre estos campos.
Francis Bacon, a principios del siglo
XVII, planteará la construcción del conocimiento a partir de la observación
directa y experimental. Para él la percepción de los sentidos pasa aun primer
plano en la tarea del conocer y, según esta posición, básicamente, el conocimiento
es científico siempre y cuando se base en datos extraídos de la observación y
de la experiencia. Bacon inaugura la corriente empirista que tendrá auge
durante el siglo XVIII de la mano del filósofo Hume.
En el siglo XVII, René Descartes, en oposición al planteo
empirista, plantea la famosa "duda cartesiana" en sus Meditaciones
metafísicas. El punto de partida de su pensamiento es que se debe dudar de todo
el conocimiento tradicional, porque éste da como verdaderas una cantidad de
opiniones que son falsas. Por ello es necesario empezar de nuevo, desde los fundamentos,
para llegar a un conocimiento seguro. "Cogito, ergo sum":
"Pienso, luego existo". Puedo dudar de todo pero no puedo dudar de que
soy un ser que piensa. Para Descartes sólo existe la certeza del sujeto
pensante, o sea, de la razón, ya que los sentidos podían llevar a conocimientos
equivocados, a engaños. Los datos empíricos basados en la percepción sensorial no
siempre reflejan la realidad, es por ello que es conveniente dudar de ellos. Y de
ahí que la razón se constituye en fuente y base del conocimiento. Descartes
propuso llevar la duda hasta sus últimas consecuencias, de tal modo que nos
quedara un elemento del que no podíamos dudar: el hecho de que estamos dudando.
Y podemos dudar porque somos seres racionales, es por ello que la razón se
convertía en lo único de lo cual no se podía dudar y es a partir de ella y, no
de los sentidos, desde donde se puede construir el verdadero conocimiento, el
científico.
"Todo lo que he admitido
hasta ahora como más verdadero y seguro lo he tomado de los sentidos o por los
sentidos; pero he experimentado a veces que estos sentidos eran engañosos y es
propio de la prudencia no confiar jamás enteramente en los que nos han engañado
una vez ( ... ).Pero puesto que la
razón me convence, por lo pronto, de que las cosas que no son enteramente
ciertas e indudables debo negarles crédito con tanto cuidado como a aquellas
que parecen manifiesta mente falsas bastará el menor motivo de duda que yo encuentre
para ser que las rechace a todas ( ... )."
A finales del siglo XVII se amplió
considerablemente el campo experimental: El matemático y físico Evangelista Torricelli, empleó el
barómetro, inventado en 1643; El matemático, físico y astrónomo holandés
Christian Huygens usó el reloj de péndulo, que patentó en 1656; El físico y
químico británico Robert Boyle y el
físico alemán Otto van Guericke
utilizaron la bomba de vacío, inventada en 1654.Un gran avance tuvo lugar a
partir de la formulación de la Ley de la gravitación universal, expuesta en
1687 por el matemático y físico británico Isaac
Newton. Al mismo tiempo, la invención del cálculo infinitesimal por parte
de Newton y del filósofo y matemático alemán Leibniz sentó las bases de la ciencia y la matemática actuales. Los
descubrimientos científicos de Newton y el sistema filosófico del matemático y
filósofo francés René Descartes
dieron paso a la ciencia materialista del siglo XVIII. La confianza en la actitud científica influyó
también en las ciencias sociales e inspiró al Iluminismo, que termina en la
Revolución Francesa de 1789. Los avances científicos del siglo XVIII prepararon
el camino para el siglo siguiente, llamado a veces "siglo de la correlación"
debido a las amplias generalizaciones que tuvieron lugar en la ciencia, entre las
que figuran: la Teoría atómica de la materia enunciada por el físico John Dalton, las Teorías
electromagnéticas de Michael Faraday
y la Ley de la conservación de la energía, enunciada, entre otros, por el
físico británico James Joule. La
Teoría biológica de la evolución, propuesta por Charles Darwin en 1859, que provocó una gran polémica, como veremos
más adelante.
Durante el siglo XVIII David Hume retorna la perspectiva de Bacon para analizar el fenómeno del conocimiento: el empirismo.
Todo
conocimiento proviene de las percepciones de la experiencia -impresiones- que
quedan en el pensamiento y que son más fuertes que las ideas, porque las
impresiones las preceden. O sea que toda idea, para los empiristas, debe corresponder
siempre a una impresión mientras que, para los racionalistas, las ideas son
innatas y no proceden de la experiencia sensorial.
El idealismo también intentó dar una explicación a
la problemática del conocimiento humano. Como vimos, ya Platón había señalado
que la realidad se encuentra en el mundo de las ideas: los objetos captados por
los sentidos son copia imperfecta de las ideas puras. Posteriormente, Descartes
y Locke sostuvieron que el hombre sólo podía conocer "ideas", objetos
subjetivos y propios de la mente humana. Vale decir que la única existencia de
los objetos es la idea que de ellos se tiene al percibirlos. En este sentido, George Berkeley hablará de un idealismo
subjetivo, según el cual plantea el conocimiento en términos de "las ideas
que se tienen de las cosas". Esto significa que la única existencia de los
objetos es la idea que de ellos se tiene. Siguiendo esta línea, el filósofo
alemán Inmanuel Kant formulará
durante el siglo XVIII una síntesis entre razón y percepción: el idealismo
trascendental, para Kant los objetos del mundo material son incognoscibles en
esencia; en sí mismos no tienen existencia, y el espacio y el tiempo pertenecen
a la realidad sólo como parte de la mente, como intuiciones con las que las
percepciones son medidas y valoradas.
Lo
interesante de la propuesta kantiana es la búsqueda de un punto intermedio
entre el material empírico y la acción cognoscitiva del sujeto. Los datos
empíricos constituyen el punto de partida pero sólo tienen sentido en función
de las facultades del sujeto que conoce. Cuando decimos "conoce" nos
referimos a la acción de conocer en general. No nos referimos a un caso
puntual. "No se puede dudar que todos nuestros conocimientos comienzan con
la experiencia ( ... )todos, sin embargo, no proceden de ella, pues bien podría
suceder que nuestro conocimiento empírico fuera una composición de lo que
recibimos por las impresiones y de lo que aplicamos por nuestra propia facultad
de conocer.
Nos parece
importante, a partir de esto, intentar definir este concepto y diferenciar el
conocimiento científico del religioso y del saber vulgar; conocimientos que
permanentemente trasvasan nuestra realidad y que no siempre se ajustan a las
verdades científicas y racionales.
Hasta aquí hemos hecho una breve reseña de los pensadores más significativos que trataron de dar explicación acerca del conocimiento. Nos parece importante, a partir de esto, intentar concluir estos conceptos y diferenciar el conocimiento científico del religioso y del saber vulgar; conocimientos que permanentemente trasvasan nuestra realidad y que no siempre se ajustan a las verdades científicas y racionales.
Para concluir, con este articulo sobre el conocimiento a través del tiempo recalco que "el conocimiento proviene del deseo de conocer, indagar, investigar y que este se cumpla. El conocimiento tiene como conjunto experimentar y encontrar las respuestas a las interrogantes, a su vez es una interacción entre el sujeto y el objeto, siendo la forma como el hombre obtiene y busca conocimiento. El conocimiento científico, exige mayor rigor para encontrar regularidades en los fenómenos para describirla y en lo vulgar entendemos cualquier tipo de diligencia para descubrir una causa". Su fin es alcanzar una verdad objetiva. mediante un proceso dialéctico basado en la contemplación viva, sensación, percepción y representación.
Hoy en día el conocimiento ha ido evolucionando a la mano de la evolución del hombre y la tecnología "desde la era de Piedra a la era que actualmente tenemos Moderna civilizada", mientras estas valga la redundancia evolucionan el conocimiento se hace mas apreciable para el hombre y para nuestra sociedad.. vale la pena hacer énfasis en que el conocimiento que una persona adquiere de la realidad difiere de acuerdo a la forma como aborda dicha realidad.
"Dentro de la investigación realizada para elaborar este articulo, pude determinar que mucho mas allá de hablar del Conocimiento y su evolución, Es importante sobre toda las cosas EL CONOCIMIENTO DE UNO MISMO, es por ello que les publico la siguiente Presentación." Espero Les guste y sea de Útil Para cada Lector.